Labor trafficking during the pandemic has increased, according to the number of calls to the U.S. National Human Trafficking Hotline.
Polaris, an organization that works to stop such trafficking, tracked the numbers and found a more than 70 percent increase in reports during a six-month period of forced, coerced or fraudulent labor for H-2A visa holders. Those visas allow U.S. businesses to temporarily hire agricultural workers from other countries if there aren't enough U.S. citizens to fill the vacancies.
"The COVID-19 pandemic has exacerbated the systemic problems that are inherent in the temporary visa system that leave migrant workers vulnerable to trafficking and exploitation," the study stated.
Andrea Rojas, the director of strategic initiatives on labor trafficking at Polaris, said they found labor trafficking in agricultural workers was even worse during the COVID-19 pandemic.
"I think it presents a great opportunity for the U.S. to really review how the system is structured, and how we as a society decide to treat workers that we decide are essential in order to maintain the fresh produce on our tables. And yet we fail constantly to protect them," Rojas said.
Rojas added the numbers Polaris found are just the tip of the iceberg because of how difficult trafficking is to report. She said people should consider the number of people who don't have access to resources to report labor trafficking, or those who can't find a safe place to report.
"Even when fewer numbers are showing in our hotline, that doesn't mean that it's not prevalent. That doesn't mean that it's not happening in larger numbers, that only means that this is the case that we hear about," she said.
In 2020, there wereat least 4483 H-2A visa holders in the state. Most of the people in the H-2A program in 2019 worked on farm construction and detasseling and harvest field work.
Available data on victims and survivors of labor trafficking from the last two years show 98 percent were male and 99 percent were Hispanic or Latino.
According to Iowa Legal Aid, these individuals have lawful rights including $15.37 per hour, free housing and meals.
The study Polaris conducted separated time periods into three designated blocks:
- April 1 - Sept. 30, 2019
- Oct. 1, 2019 - March 31, 2020
- April 1 - Sept. 30, 2020
In the third time segment, the average number of labor trafficking situations per day nearly doubled from the second.
Notable decreases in instances of reported labor trafficking occurred in the hospitality industry.
"While it is hard to prove with our data, it is likely that this can be attributed in large part to a significant slowdown of economic activity and in some situations, a complete shutdown of this segment of the economy," the study stated.
Rojas clarified that the study found correlations between the pandemic and reported labor trafficking cases, but causation was much harder to prove.
U.S. Code defines labor trafficking as "the recruitment, harboring, transportation, provision, or obtaining of a person for labor or services, through the use of force, fraud, or coercion for the purpose of subjection to involuntary servitude, peonage,debt bondage, or slavery."
“It’s based on failures to protect groups that are historically been apart of systems of protections and access to services and have greater challenges on top of navigating these systems," Rojas added.
Polaris published several policy recommendations for federal, state and local governments to improve the systems in place that are "clearly inadequate."
They include, but are not limited to, encouraging more interagency collaboration, enforcing the ban on recruitment fees, improving transparency and access to resources and protecting whistleblowers.
Rojas said the best way to stop trafficking is to change the system, which currently enables it.
"In the context of labor trafficking, I think where it gets more complicated, we're speaking about trafficking happening in industries that are legal, so they are not operating in underground markets," she said when defining labor and sex trafficking. "The conditions that allow enable trafficking are all these loopholes in legislation and regulations in workers' protection, that traffickers use in order to exploit human beings with the intent to gain a profit."
They also urge employers and legislators to improve access to medical care for these workers.
Rafael Flores, the communications manager at Polaris, said some H-2A visa holders reported they do not have medical care.
"We also saw that at least one-third of the callers that reported some type of situation that resembled human trafficking in their field, they also told us that they were denied medical attention," Flores said. He emphasized that this was during the worst of the pandemic.
A study published in the National Library of Medicine estimated approximately nine percent of migrant agricultural workers died of COVID-19 in the U.S.
If you or someone you know is a possible victim of labor trafficking, contact the U.S. National Human Trafficking Hotline, operated by Polaris.
- Call 1 (888) 373-7888
- Text "BeFree" 233733
- Or live chat on the website
La explotación laboral durante la pandemia ha aumentado, según el número de llamadas a la Línea Nacional de Trata de Personas de Estados Unidos.
Polaris, una organización que trabaja para detener este tipo de explotación, rastreó las cifras y encontró un aumento de más del 70% en las denuncias durante un período de seis meses de trabajo forzado, coaccionado o fraudulento para los titulares de visados H-2A. Estos visados permiten a las empresas estadounidenses contratar temporalmente a trabajadores agrícolas de otros países si no hay suficientes ciudadanos estadounidenses para cubrir las vacantes.
“La pandemia del COVID-19 ha exacerbado los problemas sistémicos inherentes al sistema de visados temporales que dejan a los trabajadores migrantes vulnerables al tráfico y la explotación”, afirma el estudio.
Andrea Rojas, directora de iniciativas estratégicas sobre el tráfico de mano de obra en Polaris, dijo que encontraron que la explotación laboral de los trabajadores agrícolas fue aún peor durante la pandemia de COVID-19.
“Creo que presenta una gran oportunidad para que Estados Unidos revise realmente cómo está estructurado el sistema, y cómo nosotros, como sociedad, decidimos tratar a los trabajadores que decidimos que son esenciales para mantener los productos frescos en nuestras mesas. Y, sin embargo, fallamos constantemente en su protección”, dijo Rojas.
Rojas añadió que las cifras encontradas por Polaris son sólo la punta del iceberg debido a lo difícil que es denunciar la explotación. Dijo que la gente debería tener en cuenta el número de personas que no tienen acceso a los recursos para denunciar la explotación laboral, o aquellos que no pueden encontrar un lugar seguro para denunciar.
“Aunque aparezcan menos números en nuestra línea de atención telefónica, eso no significa que no sea frecuente. Eso no significa que no esté ocurriendo en números más grandes, eso sólo significa que es el caso que escuchamos”, dijo.
En 2020, había al menos 4483 titulares de visados H-2A en el estado. La mayoría de las personas en el programa H-2A en 2019 trabajaron en la construcción de granjas y en el trabajo de campo de desmonte y cosecha.
Los datos disponibles sobre víctimas y sobrevivientes de la explotación laboral de los últimos dos años muestran que el 98 por ciento eran hombres y el 99 por ciento eran hispanos o latinos.
Según Iowa Legal Aid, estas personas tienen derechos legales que incluyen el pago de $15.37 dólares por hora, alojamiento y comidas gratuitas.
El estudio que realizó Polaris separó los períodos de tiempo en tres bloques designados:
- Del 1 de abril al 30 de septiembre de 2019
- 1 de octubre de 2019 – 31 de marzo de 2020
- 1 de abril – 30 de septiembre de 2020
En el tercer segmento de tiempo, el promedio de situaciones de explotación laboral por día casi se duplicó con respecto al segundo.
Los casos de explotación laboral denunciados disminuyeron notablemente en el sector de la hostelería.
“Aunque es difícil de probar con nuestros datos, es probable que esto se pueda atribuir en gran parte a una desaceleración significativa de la actividad económica y, en algunas situaciones, a un cierre completo de este segmento de la economía”, señaló el estudio.
Rojas aclaró que el estudio encontró correlaciones entre la pandemia y los casos de explotación laboral denunciados, pero que la causalidad era mucho más difícil de probar.
El Código de Estados Unidos define la explotación laboral como “el reclutamiento, la acogida, el transporte, la provisión o la obtención de una persona para el trabajo o los servicios, mediante el uso de la fuerza, el fraude o la coacción con el fin de someterla a la servidumbre involuntaria, el peonaje, la servidumbre por deudas o la esclavitud”.
“Se basa en la falta de protección de los grupos que históricamente han estado al margen de los sistemas de protección y acceso a los servicios y que tienen mayores dificultades para moverse por estos sistemas”, añadió Rojas.
Polaris publicó varias recomendaciones políticas para que los gobiernos federales, estatales y locales mejoren los sistemas existentes que son “claramente inadecuados”.
Entre ellas figuran, entre otras, fomentar una mayor colaboración entre organismos, aplicar la prohibición de las tasas de contratación, mejorar la transparencia y el acceso a los recursos y proteger a los denunciantes.
Rojas dijo que la mejor manera de detener la explotación es cambiar el sistema, que actualmente la permite.
“En el contexto de la trata laboral, creo que es donde se complica más, estamos hablando de la trata que ocurre en industrias que son legales, por lo que no están operando en mercados clandestinos”, dijo al definir la trata laboral y sexual. “Las condiciones que permiten la explotación son todas estas lagunas en la legislación y en la normativa de protección de los trabajadores, que los traficantes utilizan para explotar a los seres humanos con la intención de obtener un beneficio”.
También instan a los empresarios y a los legisladores a mejorar el acceso a la atención médica de estos trabajadores.
Rafael Flores, director de comunicaciones de Polaris, dijo que algunos titulares de visados H-2A informaron de que no tienen atención médica.
“También vimos que al menos un tercio de las personas que llamaron y denunciaron algún tipo de situación que se asemejaba a la explotación humana en su área, también nos dijeron que se les negó la atención médica”, dijo Flores. Destacó que esto ocurrió durante lo peor de la pandemia.
Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina estimó que aproximadamente el nueve por ciento de los trabajadores agrícolas migrantes murieron de COVID-19 en los Estados Unidos.
Si usted o alguien que conoce es una posible víctima de la explotación laboral, póngase en contacto con la Línea Nacional de Tráfico de Personas de Estados Unidos, operada por Polaris.
La traducción de Hola Iowa.